PEÑAS SARIÑENA 1 - 1 JUVENTUD
Partido jugado en un campo muy estrecho, lo que provocó que hubiera continuos saques de banda y que los jugadores que atacaban por esa zona estuvieran muy limitados a la hora de generar peligro.
En cuanto al juego, fue un partido vibrante entre dos equipos que dejaron la vistosidad para otro día y se emplearon con intensidad, pero siempre con mucha deportividad, lo que se trasladó al público, que también disfruta con la emoción de este tipo de partidos
Las decisiones del árbitro, en las jugadas en las que había algún tipo de contacto, después de dejar seguir, paraba el juego para pitar lo que le decían desde el banquillo local. Ello se tradujo en que en un partido en el que los dos equipos se emplearon con la misma intensidad, pitara solo dos o tres faltas a los locales, y en zonas donde no eran peligrosas (a nuestro entender en la segunda parte hubo al borde del área una mano y una falta clarísimas que no vio) y más de una docena a los visitantes, muchas de ellas cerca del área, aunque ninguna acabó en gol.
Se adelantó el Juventud ya en la segunda parte tras un pase que ganó la espalda a la defensa rival. Unos minutos más tarde a un defensa del Juventud le zancadillean cuando va a despejar, el árbitro no pita la falta y el disparo del Sariñena sale rozando el poste. El saque de puerta lo convierte en córner a instancias del banquillo local y supone el empate.
Si bien por juego el resultado puede considerarse justo pues cualquiera podría haber ganado (tuvo mas trabajo Pablo que el portero contrario pero con 1 a 1 el Juventud tuvo la ocasión más clara con una vaselina a la salida del portero que se fue fuera rozando el larguero), el gol local evita que en la última jornada el Juventud, si ganaba al Jacetano, se hubiese hecho con el segundo puesto
No estaría de más que a los árbitros que empiezan les acompañará algún delegado arbitral que les fuera indicando los errores y motivarles de alguna manera para que piten lo que vean, sin dejarse influenciar. Así los estímulos se repartirían.